¿Un ataque al celibato?
Habiendo renunciado al ejercicio episcopal y sacerdotal 13 o 9 meses antes de casarme, me acusan de no haber esperado la aceptación de la dimisión del estado clerical de parte del Vaticano. Bueno, lo esperé durante un año y lo sigo esperando para poder casarme por religioso.
Me acusan de
despreciar el celibato. Creo que es una interpretación incorrecta. Valoro el
celibato como una opción muy valiosa de dedicar toda la vida exclusivamente a
Dios y a la comunidad. Esto tiene mucho sentido para los monjes o religiosos,
que viven en comunidad. Pero creo, que es muy difícil vivirlo como sacerdote
diocesano. Yo lo viví al inicio, pero no funcionó al final. No estoy en contra,
simplemente a mí ya no me funcionó. 
Y no soy el único. Hay
decenas de miles de sacerdotes, que han dejado el ministerio por este motivo. Y
hay decenas de miles de sacerdotes, que viven en relaciones clandestinas,
siguen ejerciendo y defienden a rajatablas el celibato. Si la iglesia católica
sigue defendiendo cerradamente el celibato en teoría, simplemente va a perder gran
parte de su personal en la práctica en poco tiempo. 
No es una cuestión
ideológica, es una realidad vivida. En mis 7 años de obispo ordené a 3
sacerdotes y dos diáconos. A dos sacerdotes y 2 diáconos tuve que suspender de
sus funciones por tener hijos o escándalos.  De un total de 16 sacerdotes estos son el 25%.
A dos más tenía que investigar por denuncias sin pruebas. Decir la verdad no es
hacer daño a la iglesia sino llamarla a abrir los ojos ante la realidad y
reaccionar al fin. El celibato obligatorio tiene solo mil años en la iglesia
católica de sus 2000 años de existencia. No es un mandato de Jesús sino de un
papa del siglo 12. Puede cambiar. 
No ataco al celibato,
cuestiono su obligatoriedad para todo el clero y el fanatismo hipócrita de
algunos de sus defensores.    21.10.25 Reinaldo Nann

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